T H E   W H I T E   H O U S E

DISCURSO POR RADIO DEL PRESIDENTEA LA NACIÓN

Help Site Map Text Only

/WH/html/briefroom.html

THE WHITE HOUSE

Office of the Press Secretary


For Immediate Release Saturday, November 4, 2000

DISCURSO POR RADIO DEL PRESIDENTE
A LA NACIÓN

San Francisco, California

EL PRESIDENTE: Buenos días. Dentro de sólo tres días, el pueblo norteamericano cumplirá con el acto más profundo de nuestra democracia. Acudirá a las urnas en todo Estados Unidos y, con el poder que le garantiza la Constitución, decidirá sobre el futuro derrotero de nuestro gran país. Es una responsabilidad formidable, especialmente en este momento extraordinario de la historia en que hemos tenido una capacidad mayor que nunca de construir el futuro de nuestros sueños para nuestros hijos.

Observen lo que ya hemos alcanzado juntos. Hace ocho años, los tipos de interés eran elevados y 10 millones de personas estaban sin trabajo, los déficit y la deuda se habían disparado –al igual que las listas de asistidos sociales, la criminalidad, el embarazo entre las adolescentes y la desigualdad de ingresos–.

Pero el pueblo norteamericano optó por un nuevo camino, guiado por los viejos valores de oportunidad para todos y responsabilidad de todos, en una comunidad de todos los estadounidenses. Y, hoy, somos un país transformado que experimenta la expansión económica más larga de nuestra historia, más de 22 millones de nuevos puestos de trabajo, los índices de desempleo más bajos en 30 años, salarios crecientes en todos los niveles de ingresos y el mayor número de propietarios de vivienda de la historia.

Ayer, precisamente, supimos que el nivel de desempleo se mantiene en 3,9 por ciento y que el desempleo en la población hispana ha disminuido a 5 por ciento, el punto más bajo jamás registrado.

Este resultado no se limita al aspecto económico. También hemos alcanzado las nóminas de beneficencia social más reducidas de los últimos 32 años, las menores tasas de criminalidad en 26 años; el embarazo entre las adolescentes y la drogadicción han disminuido; las calificaciones de los exámenes estudiantiles han mejorado; el número de personas desprovistas de seguro de enfermedad ha disminuido por primera vez en 12 años.

Ahora bien, ¿cómo mantener el curso de este extraordinario progreso? Es la pregunta a la que debe contestar el país el próximo martes, porque lo mejor todavía nos lo tiene reservado el porvenir.

Permítanme dar un ejemplo. Todos sabemos que las decisiones médicas deberían tomarlas los médicos y las enfermeras, no los contadores, y que los planes de salud muy a menudo niegan atención básica y retrasan las apelaciones durante meses. El Congreso cuenta en este momento con una mayoría bipartidista dispuesta a adoptar una declaración de derechos del paciente verdadera y ejecutable que atienda problemas de esa índole.

Pero los dirigentes republicanos del Congreso, sometidos a la presión de cabildeo de los seguros médicos globales, no la van a presentar a votación. No es así que se actúa en la democracia.

Como Presidente, puedo tomar medidas que nos permitan avanzar y, de hecho, hoy adopto una decisión importante.

Encargo al Departamento del Trabajo que emita una disposición final dentro de dos semanas, por medio de la cual se exija que los planes privados de subsidio de enfermedad a los que se acogen 130 millones de norteamericanos proporcionen un proceso justo e imparcial a los pacientes en los casos en que se niegue o retrase el pago de los beneficios.

Con esta nueva disposición, se exigirá por primera vez que, dentro de los planes de subsidio de enfermedad, se adopten decisiones de cobertura rápidamente y se proporcione a los consumidores información fiable sobre sus derechos y beneficios. Esta nueva disposición constituye un paso importante hacia las protecciones de atención de salud que necesitan y merecen los norteamericanos. Pero la única forma de garantizar a todo estadounidense, en todo plan de subsidio de enfermedad, el derecho a consultar a un especialista, a acudir a la sala de emergencia más cercana –no a la más barata– y a que un plan de atención de salud reconozca sus responsabilidades cuando causa perjuicio consiste en aprobar una declaración de derechos del paciente verdadera y ejecutable. El pueblo norteamericano puede garantizarlo por medio de su voto el martes.

Ahora bien, ustedes saben qué prefiero yo. Pero lo importante es lo que ustedes prefieren. Mucho está en juego. Con su voto se decidirá si se va a utilizar el excedente presupuestario para liberar a los Estados Unidos de la deuda y para mantener bajos los tipos de interés y la economía en crecimiento, o si se va a volver a los antiguos tiempos de déficit. Ustedes decidirán con su voto si fortalecer o no la Seguridad Social y si añadir un beneficio razonable a Medicare al comprar medicamentos vendidos con receta.

Su voto decidirá si invertir en la educación y en nuevas aulas y clases con un número reducido de alumnos, en mejorar la calidad de los maestros y en transformar las escuelas deficientes. Su voto decidirá si llevar prosperidad a las personas y lugares que se han quedado a la zaga de nuestra recuperación. Su voto decidirá si oponer resistencia a los crímenes de odio y a la tipificación racial, si proporcionar una paga igual por el mismo trabajo realizado y si proteger el derecho que tiene la mujer a escoger.

Franklin Roosevelt dijo una vez que quien rige en última instancia nuestra democracia no es un presidente, ni los senadores, ni los miembros del Congreso, ni los funcionarios del gobierno, sino los electores de este país. Desde Lexington y Concord hasta las playas de Normandía y las calles de Selma, norteamericanos valientes lucharon y ofrendaron su vida por los derechos que hoy nos asisten. Ahora sabemos que, con ocho años de gran progreso a nuestro haber, tenemos el poder de construir el futuro de nuestros sueños para nuestros hijos.

Empecemos el próximo martes acudiendo a las urnas y ejerciendo nuestra libertad fundamental de estadounidenses. Gracias por su atención.


President and First Lady | Vice President and Mrs. Gore
Record of Progress | The Briefing Room
Gateway to Government | Contacting the White House
White House for Kids | White House History
White House Tours | Help | Text Only

Privacy Statement

Saturday Radio Addresses

Radio Address of the President to the Nation - December 2, 2000

Radio Address of the President to the Nation - December 9, 2000

Discurso Por Radio Del Presidente - 9 de diciembre de 2000

Radio Address of the President to the Nation - December 16, 2000

Radio Address of the President to the Nation - December 23, 2000

Radio Address of the President to the Nation - December 30, 2000